Feng Shui!!!



El Color en el feng shui.


El color es literalmente una forma de energía ya que cada uno de los colores que vemos es en realidad una onda electromagnética de una longitud determinada. Por lo tanto los colores, más allá de su aspecto estético, influyen sobre nuestro estado de ánimo. Por otro lado, los colores son una forma de representar también a la energía de los Cinco Elementos del feng shui (Fuego, Tierra, Metal, Agua y Madera). Entonces, en el feng shui racional* usamos el color para aportar en cada ambiente alguno de los Cinco Elementos y crear así la atmósfera que deseamos, ya sea estimulante, sosegada, creativa, relajada etc. * Colores naturales y Amarillo: El Elemento Tierra. Los colores naturales (madera, habano, crudo, maíz, beige etc.) nos recuerdan a la tierra, nos estabilizan, nos hacen sentir firmes y consolidados. Sin embargo, cuando se presentan en exceso y sin otros toques de color pueden resultar aburridos, opresivos y apáticos. SI: Son adecuados para la sala de estar y el dormitorio, ya que conducen a la pasividad y al descanso. También son adecuados para lugares donde habitan personas inestables físicamente (por ejemplo, ancianos) o personas muy excitables, ya que transmiten una sensación de apoyo firme y de quietud. NO: No son aptos para lugares donde se trata de generar ideas nuevas o trabajos creativos. Amarillo: El color imperial en China, el amarillo es el color del sol, de la luz, del día, del optimismo y de la claridad. Los tonos más intensos pueden producir ansiedad, especialmente en personas de edad avanzada. El amarillo es sensible a los cambios de tonalidad, ciertos tonos pueden asociarse a degradación o enfermedad (fiebre amarilla, prensa amarilla). SI: es un color magnífico para llevar alegría a un ambiente, es excelente para la cocina, especialmente si la familia suele comer allí, y también para el cuarto de los niños. Compensa la falta de luz natural en ambientes oscuros. NO: el amarillo es rechazado por las edades extremas: los bebés lloran más en habitaciones amarillas y las personas mayores tienden a rechazar el amarillo. *Azules y Negro: El Elemento Agua. Los chinos asocian el azul a la inmortalidad, en Occidente, el azul es el color más difundido en la vestimenta. Se presenta en grandes extensiones en la naturaleza: el cielo y los mares, frente a los cuales solemos adoptar una actitud contemplativa, seria. Es un color sedante, que conduce a la introspección y a la pasividad.. SI: dormitorios con luz natural intensa o climas cálidos, oficinas. Comedores y vajilla de personas obesas o que deseen adelgazar (el azul inhibe el apetito). NO: lugares donde viven personas depresivas, teatros, climas fríos, cocinas y comedores. Negro: El negro puede considerarse como la ausencia total del color, aunque en la teoría sustractiva del color surge de la mezcla de todos los colores. Utilizado con acierto evoca un aire de misterio, receptividad, profundidad y sofisticación. También lo asociamos al luto y a la rebelión. SI: para evocar un aire de misterio y sensualidad. NO: habitaciones de niños, cocinas, espacios relacionados con la salud y lugares donde se quiera establecer una comunicación fluida entre las personas. *Rojo y Naranja: El Elemento Fuego. En China es considerado el color de la buena suerte y es el color activador por excelencia. Culturalmente, lo asociamos al calor, la pasión y la energía vital. El rojo aumenta la presión sanguínea y estimula al apetito. Los hombres suelen preferir los rojos anaranjados (rojo Ferrari) mientras que las mujeres se inclinan más frecuentemente por los rojos azulados (bordeaux). El rojo se asocia también al ceremonial y a las ocasiones especiales, ya que es un color que en la naturaleza aparece concentrado en superficies pequeñas: allí donde vemos rojo sabemos que hay una flor, un fruto o algo especial. El rojo llama nuestra atención e indica alerta y peligro. Es el color que corresponde a la longitud de onda más larga, o la frecuencia más baja, de allí que se lo asocie frecuentemente con la vida instintiva. SI: El rojo puede utilizarse para atraer la atención hacia donde se quiera, por ejemplo, hacia un rincón oscuro El rojo puro debe utilizarse con moderación, siempre en objetos pequeños y nunca en superficies grandes. El rojo es un activador inespecífico que puede poner en movimiento tanto energías positivas como negativas. Las personas depresivas pueden beneficiarse utilizando objetos rojos (por ejemplo, un despertador o un velador rojo en la mesita de luz). NO: Debe evitarse el exceso de rojo en lugares de trabajo (distrae), en los lugares de descanso (excepto en el caso de personas depresivas), y en los lugares públicos o donde concurre mucha gente (incita a la violencia).

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